Con humor y una mirada empática, Carlos González derriba los mitos que rodean la alimentación infantil. Esa escena tan común —la madre intentando alimentar al niño mientras este esquiva el alimento— es usada para ilustrar una realidad: muchas veces, el conflicto a la hora de comer nace de la diferencia entre lo que los padres esperan y lo que el niño realmente necesita.
Jamás se debe obligar al niño a comer —ni mediante sobornos, ni castigos, ni estimulantes—. Él sabe lo que necesita. El Dr. González desdramatiza el problema y ofrece pautas claras de conducta para recuperar la tranquilidad en la mesa.
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Escrito en un lenguaje claro, relajado y cercano, ideal para madres y padres agobiados por las comidas diarias.
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Basado en la premisa de que cada niño regula su ingesta de forma instintiva; presionar su alimentación solo genera estrés y peleas con poca efectividad.
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Se aleja de los manuales rígidos y propone confianza y acompañamiento: dejar de obligar no quiere decir descuidar, sino ofrecer respeto y apoyo al proceso natural del desarrollo.
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